sobre el presupuesto, los gastos de la iglesia y los adornos que debe tener el nuevo templo que se va a construir. Son los hombres que manejan la iglesia pero es imposible hacerlos asistir a las reuniones de oración porque no son adoradores. Quizá a usted no le parece que ese sea un asunto importante pero, a mi modo de ver las cosas, precisamente esa forma de pensar lo convierte a usted en un miembro de ese grupo. Me parece que siempre ha sido una terrible incongruencia que los hombres que no oran
Page 22